El origen del pueblo es difícil de precisar aunque recientemente se han descubierto numerosos restos fenicios y romanos. En 1.814, Cartajima recibió el título de Villa, conociendo una época de gran prosperidad gracias al cultivo de la vid y a los yacimientos de hierro. El producto sobre el que se sustenta la economía del municipio es la castaña aunque es de destacar también la cosecha de aceitunas y el mosto. Cartajima celebra sus fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario a mediados de agosto. En Semana Santa hay interesantes procesiones especialmente el sábado y el domingo de resurrección cuando tiene lugar la tradición de las Cortesías, que consiste en un escenificación del reencuentro de la Virgen María con el Niño Jesus. |