Ya en el interior y a lo largo del recorrido vamos encontrando los restos semidestruidos de la gigantesca operación que realizaron para localizar por donde se iba el agua de la presa. Se construyeron puentes colgantes, caminos, instalaciones eléctricas y se taponaron varias galerías con hormigón. El agua, como era de esperar, buscó otros caminos y tanto la obra interior como la presa fueron definitivamente abandonadas. La galería es muy grande y los lagos son muy numerosos y a veces de gran profundidad, siendo la temperatura del agua muy baja. Hay zonas fósiles, es decir, abandonadas por la circulación del torrente y otras más o menos activas dependiendo de la climatología. En la zona fósil hay formaciones, que al igual que todo en esta cavidad, son enormes. Una de las zonas que destaca por su propia personalidad por esto es la llamada "Sala de los Gours". Estas formaciones, que se producen por el depósito de la caliza al circular en un flujo laminar por una pared inclinada, alcanzan aquí un tamaño considerable y poco común. En alguna de estas "bañeras" caben varias personas. Hay también colonias de murciélagos acordes con la cavidad. Estos mamíferos encuentran principalmente en las zonas altas, inaccesibles, un lugar adecuado para criar y pasar el invierno en hibernación. Los techos son muy altos y de ellos cuelgan bellas coladas de calcita. Estamos llegando a la zona central de la cueva, donde poco a poco las aguas van apareciendo en la época de lluvias, el recorrido es prácticamente horizontal, con algún resalte o pozo de poca profundidad. |