Datos Generales:
- Distancia ida y vuelta:
20 Kms.
- Tiempo aproximado: 7
horas.
- Modalidad: A pie, en
bicicleta y a caballo.
-Grado de dificultad:
Media por las duras subidas.
- Época recomendada: Todo
el año.
- Consejos prácticos: Es
necesario llevar agua
Recorrido muy interesante
que nos permite llegar al pueblo de Montejaque por
un antiguo camino utilizado desde antes de la
existencia de las carreteras. Las últimas personas
que utilizaban con asiduidad estos caminos fueron
los "Corsarios" que a lomos de caballerias llevaban
y traian encargos, mensajes y noticias entre los
pueblos y Ronda (las últimas "corsarias" que
utilizaron este camino fueron dos mujeres de
Montejaque).
Iniciamos la ruta en el
barrio de La Dehesa de Ronda. En su primera parte
hasta el acceso al Parque Natural Sierra de
Grazalema este recorrido coincide con la ruta del
Cerro Mures (ruta nº 2) por lo que seguiremos las
instrucciones ya marcadas.
Iniciamos la dura subida
como si nos encamináramos hacia el Cerro Mures, el
camino se desvía a la izquierda y pasamos detrás
pero a cierta distancia del cortijo Grande. Estos
campos fueron en otras épocas grandes productores de
trigo y tenían una muy justificada fama de que en
ellos se cazaban un buen número de tórtolas, eran
otros tiempos en los que en nuestros cielos volaban
grandes cantidades de estas aves y existían
bastantes menos cazadores que ahora.
Hace pocos años que se
recuperó por parte de la Consejería de Medio
Ambiente el viejo camino, antes se pasaba por el
cortijo La Mimbre, actualmente un cartel nos indica
que es una finca particular. Muy recientemente se ha
señalizado este recorrido como el G.R. 7, basta
seguir sus perfectas indicaciones para no perderse.
De cualquier forma el camino es fácil y está bien
marcado, sabemos que el ascenso es casi continuo
durante unos 4 Kms.
Los campos de cereales
dejan paso a los olivares, a la derecha queda el
cortijo de La Estacá, recientemente rehabilitado y a
la izquierda queda un antiguo molino de aceite que
están restaurando como casa rural, este molino
utilizaba la fuerza motriz del agua de un torrente
que funciona como tan escasos días al año por falta
de agua pero que la fuerte pendiente y la diferencia
de altura debían otorgarle una enorme capacidad
energética.
Seguimos ascendiendo y
van desapareciendo los olivares para dar paso a
otros vegetales como esparragueras, palmitos y un
abundante matorral que crecen entre rocas calizas de
caprichosas y agujereadas formas.
Al final de la subida
llegamos a un menudo caserío y a la pequeña ornacina
donde está la Cruz del Milagro. Desde allí se
vislumbra una hermosa panorámica de Ronda. Poco más
adelante en la pequeña dolina que en lo más alto
existe, se encuentra la ermita de la Virgen de La
Escarigüela. Cuenta la leyenda que la imagen de la
virgen que allí se venera, fue llevada a Ronda para
solucionar una epidemia de peste que asolaba la
ciudad. Una vez subsanada la enfermedad, los
rondeños llevaron la virgen a su ermita pero se les
ocurrió que podrían retornar a Ronda con la imagen
de nuevo para asegurarse los milagros en caso de
nuevas necesidades. Cuando llegaron a la altura de
la Cruz del Milagro fue imposible seguir ya que a
pesar de sus esfuerzos, sencillamente no avanzaban,
acabaron desistiendo de sus intenciones y dejando la
virgen en su ermita.
Desde la ermita parte un
camino empedrado que zigzagueando en descenso llega
a la carretera, desde allí hasta el pueblo sólo
queda poco más de un kilómetro.
El pueblo de Montejaque
ha encontrado en el turismo rural un recurso
perfecto para explotar la belleza de su paisaje, la
presencia en sus cercanías de los Llanos de Libar y
las simas recientemente descubiertas en ellos hacen
que el pueblo pueda ser considerado la capital de la
Espeleología andaluza.
Una ruta por Los Llanos
de Libar está descrita en la número 6.
El camino de regreso lo
haremos igual que el de ida hasta llegar al Puerto
de La Muela en los pinares próximos a Ronda, pero
ahora en lugar de ascender hacia el barrio de La
Dehesa, dejamos a la derecha un alambrada y una
angarilla, a la izquierda el camino de inicio y
descendemos hacia la Hoya de Los Molinos, quedando a
nuestra izquierda los cortados rocosos que limitan
el Tajo de Ronda. Desde la ermita hasta el puerto de
La Muela son algo más de 5 Kms. de recorrido.
Tomamos el carril de la
izquierda, entre campos cultivados y algunos pinos
pasamos cerca de varios caseríos, uno de ellos posee
una bonita torre de piedra que son relativamente
abundantes en los campos alrededor de Ronda, una de
ellas la vimos en el recorrido al Tajo del Abanico,
parece ser que servían de almacén de grano y su
construcción parece deberse a los repobladores que
se establecieron después de la conquista de la
comarca por los Reyes Católicos. Descendemos hasta
el río Guadalevin y más que fijarnos en la suciedad
y el mal olor que desprende, debemos admirar a la
enorme pared rocosa sobre la que se asienta la
ciudad de Ronda, las curiosas formas de erosión que
se presentan como el "Asa de La Caldera" o el
impresionante Tajo excavado por el humilde
Guadalevín.
Cerca de la antigua
central eléctrica encontramos un camino de piedra,
hemos de ascender por él, pasa por las proximidades
de los antiguos Molinos que utilizaban la fuerza
motriz del agua para moler grano, además de molinos
había algunos Batanes; la misma energía del agua
justificó la construcción de la central eléctrica.
La actividad de los molinos desapareció
completamente por la central eléctrica aunque ya
estaba en declive después de que un desprendimiento
de rocas destruyera varios de ellos con perdida de
dieciseis vidas humanas el día 3 de Julio de 1.917.
Actualmente se está restaurando un molino cercano al
camino. Estos molinos y batanes eran de época árabe,
prueba de ello es que cuando se construyó el Puente
Nuevo se respeto el canal o "cao" que aportaba agua
a los molinos.
El ascenso por el llamado
"Camino de Los Molinos" podemos terminarlo en El
Campillo si ascendemos por la "Cuesta del Cachondeo"
o en el Barrio de S. Francisco ya en Ronda.