Tipo de ruta: lineal.
Modalidad: a pie o bicicleta de montaña,
aunque esta última modalidad es recomendable solo a personas
bien preparadas.
Recorrido: lineal de 17 km., sera necesario
contar con un par de vehículos, uno en Montejaque y otro en Cortes
de la Frontera, o bien utilizar el tren entre las estaciones de Benaojan
(la más cercana a Montejaque) y la de Cortes.
Grado de dificultad: medio, solo plantea algo
de difucultad la subida de Montejaque al Llano del Pozuelo.
Tiempo aproximado: unas 6 horas. Añadir
dos horas más en caso de utilizar el tren.
Epoca recomendada: Todo el año, excepto
los días calurosos de verano.
Se
trata de un itinerario con unos especiales atractivos en el campo de la
Geología, en él podremos disfrutar de espectaculares formaciones
calizas que, en todo el recorrido, se muestran con toda su espectacularidad.
Encontraremos uvalas, torcales, dolinas, simas, valles ciegos, cuevas...etc.
Sin olvidar en ningún momento el valor paisajístico, botánico
y zoológico que la zona presenta.
La ruta discurre por las
sierras de Cortes y Montejaque pertenecientes al Parque Natural de la Sierra
de Grazalema. Entre estas montañas, a caballo entre la vecina provincia
de Cádiz y el rio Guadiaro, existen una serie de valles alargados
situados a unos 1.000 metros de altitud, conocidos como los "LLanos de
Libar", en ellos la actividad ganadera se complementa con el aprovechamiento
de la típica dehesa mediterranea.
Podemos partir tanto del
pueblo de Montejaque como de Cortes de la Frontera, vamos a inicar el recorrido
desde el primero. Montejaque es un pueblo que se encuentra a 18 Kms de
Ronda, con unos 1.000 habitantes y situado a 650 m. de altitud.
Desde la calle El Tajo, situada en la parte
alta del pueblo, parte un ancho carril que en ascenso discurre entre escasos
campos de cultivo y algunos olivares que pronto dejan espacio a enormes
pedregales que alternan con escasas vaguadas donde pastorean ovejas y cabras.
El camino deja al Oeste la Sierra de Montalate y los enormes Cerros del
Hacho y Cachuelo donde vuelan buitres y los, cada vez más escasos
alimoches. A unos 4 Kms. del pueblo comienzan a verse las primeras encinas
y encontramos los primeros valles llamados aquí popularmente llamados
"Llanos". Al Este queda la Sierra de Juan Diego que alberga fantásticos
torcales.
Una vez superado el primer puerto se extienden
ante nosotros dos poljes, el de los "Llanos del Pozuelo" y el de los "Llanos
del Baldio". Los Poljes son valles situados entre montañas calizas,
rellenados de material procedente de la erosión de estas rocas y
en los que la mayoría de las veces los arroyos no tienen una salida
y son absorbidos por sumideros y grandes simas. El primer llano grande
que atravesamos es el "El Pozuelo", cerca del cortijo, a la derecha existen
dos profundas simas que actualmente están en catalogación.
Es conveniente solicitar permiso al dueño para visitar las bocas
de las simas ya que suele haber ganado suelto por toda la zona.
Al primer valle le suceden otros cubiertos
de encinas y enormes quejigos de troncas huecas, en suave ascenso terminan
en un enorme llano denominado de Libar, cuando los atravesemos hemos de
tener buen cuidado en dejar las angarillas cerradas para evitar que el
ganado se escape. En la dehesa cercana al "Llano de Libar", en las cercanias
del agua, sobre todo en la fuente de la "Cufria" es frecuente encontrar
unas bien pobladas poblaciones de pájaros de diversas especies.
A algo más de 1 Km del Cortijo de El
Pozuelo, en el más grande de los poljes que estamos visitando se
encuentra el Cortijo de Libar, y junto a él la Fuente de Libar.
El Llano de Libar se encuentra flanqueado por las sierrra del Palo al Este
y la Sierra de Libar y Mojón Alto al Oeste, en la zona existe una
evidente riqueza faunística con frecuente presencia de ver las raras
chovas piquirrojas, aguilas culebreras y la señorial cabra montes.
El carril circula paralelo a una alambrada
y pasa junto a un abrevadero llamado Fuente de Libar, atravesamos la larga
llanura de un terreno salpicado por escasas encinas, dejamos el cortijo
del Correo a cierta distancia a la izquierda y a la derecha la salida natural
hacia los Llanos de Villaluenga y el pueblo del mismo nombre, el Puerto
del Correo. Ya andando en una vereda hemos de buscar una angarilla en una
pared de piedra. Sí la época es de lluvias, un rápido
arroyo hace curvas entre los grandes quejigos buscando el sumidero de agua
que se lo traga. Cerca del camino y entre unas enormes encinas encontramos
la Sima de Cortes.
Un
suave ascenso entre encinas nos lleva junto a la Fuente del Moro, algo
más retirado se ve el Cortijo de Edmundo, justo en el collado que
da acceso al polje de Libar. Llegamos junto a los Hoyos de Cortes, dos
pequeñas dolinas situadas a unos 1.000 metros de altitud.
Tras la subida culminamos en el Ptº de
Libar, a 900 m. de altitud, desde el cual podemos gozar de unas magníficas
vistas: las crestas calizas del Peñón de Libar y el pico
de Martín Gil, el valle del Guadiaro, la sierra de los Pinos, la
de Benadalid, el pico del Hacho y los pueblos de la Cañada del Real
Tesoro y Gaucín.
En el puerto encontramos
una señal indicadora de una ruta propuesta por el Parque Natural,
que no debemos seguir y que se dirige a la sierra de los Pinos, dejamos
la señal a la derecha y abandonamos la estrecha vereda por un carril.
En el descenso pronto encontramos
una zona llamada popularmente "El Valle". En este lugar, situado a 760
m. sobre el nivel del mar, se localiza el antiguo asentamiento humano de
Cortes de la Frontera, denominado Cortes el Viejo.
En la inmediaciones algunos
bancales indican el uso agrícola que se le daba a la zona, tambien
podemos encontrar algunos almendros aunque el uso actual de estos terrrenos
es el ganadero. Muy cerca mana una fuente que mantiene agua en su pilar
incluso en época estival, es este un buen lugar para descansar y
ver un pequeño y bien abonado huerto.
El descenso termina en el kilómetro
1 de la carretera de Cortes a Jimera de Libar.
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