RECORRIDO: Lineal
DISTANCIA: ida. 3,800 m.
GRADO DE DIFICULTAD: Medio
ESQUEMA ALTITUDINAL:
MODALIDAD: A Pie
TIEMPO APROXIMADO: En coche desde Montejaque hasta el Cortijo
Refugio de Libar unos 15 minutos.
Desde el refugio hasta El Palo: 90 minutos aproximadamente.
DATOS DE INTERES:
Para acceder al cortijo refugio de Libar, lugar de partida de la
ruta, hemos de salir de Montejaque por el camino (señalizado y apto
para vehículos) de Los Llanos de Libar a Cortes de la Frontera.
El carril terrizo sube desde la zona
alta del pueblo hacia el primer Llano conocido como de El Pozuelo,
tras atravesarlo, abrimos una angarilla que debemos dejar de nuevo
cerrada, después de pasar una zona de transición afluimos al
segundo llano conocido como de Libar. Señalizado y a la derecha del
camino que llevamos se encuentra el Cortijo Refugio de Libar,
gestionado por el Ayuntamiento de Montejaque.
Aquí dejaremos el coche y comenzaremos
la excursión a pie.
Otro dato a tener en cuenta es que nos
encontramos dentro de una zona incluida en el parque natural Sierra
de Grazalema; por lo tanto tendremos que cumplir con la normativa
vigente de la Ley de Espacios Protegidos de la Consejería de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía.
El camino que discurre entre
Montejaque y Cortes, es uno de los numerosos senderos señalizados
por el parque natural Sierra de Grazalema, en vehículo motorizado
solo tendremos acceso hasta el refugio de Libar.
Por todos los llanos pululan cerdo ibéricos, vacas y otros animales
domésticos, lo cual exige un respeto a los ganaderos y al ganado.
No existe ningún camino marcado para
la ruta propuesta y las nieblas entrañan mucho peligro en estas
sierras; no esta de mas de disponer de agua, brújula y un teléfono
móvil.
La Alameda del Tajo de Ronda es un
perfecto mirador al conjunto de las Sierras orientales del parque
natural Sierra de Grazalema, destacando las cumbres del Ventana, El
Tunio que desde este lugar parece un pezón, El Palo y por último
cerrando la línea montañosa la cumbre del Martín Gil, que según
cuentan, dice el refrán así:
“Cuando se nubla el Martín Gil, o llueve, o sale el sol, o sigue
así”.
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Partimos
desde el cortijo-refugio de Libar hacia el carril principal, el cual
abandonamos dirección a las laderas de la montaña que en este primer
tramo es de suave subida y donde crecen enormes quejigos y algunas
encinas, ademas de otras plantas como el matagallo, la peonia y una
intrincada red de rosales silvestres y majuelos, los cuales
deberemos sortear si no queremos arañarnos.
A medida que avanzamos, la cuesta se
endurece y la vegetación comienza a ralear, bajo nosotros va
quedando el Llano de Libar y el Llano del Pozuelo por donde discurre
el carril que va a Montejaque. Pronto encontramos unos farallones
rocosos que sortearemos por la izquierda, después de otro pequeño
repecho alcanzaremos la línea de cumbres de la Sierra del Palo,
sorprende encontrar en estas alturas algunas praderas cubiertas de
verdor. Las panorámicas se generalizan y de esta manera podemos
observar hacia el noreste la Sierra de Juan Diego, con la cumbre del
Ventana de 1.298 m. sobre Benaojan, hacia el oeste las sierras del
Mojón Alto y Libar y hacia el sur la cumbre de El Palo de 1.400 m.
Ahora
nos toca encaminarnos dirección sur, hacia unos promontorios
calizos, a la sombra de éstos, encontramos tallados en la misma roca
varios pilones que antaño cumplieron una importante función como
almacenes de agua para saciad la sed del ganado y ganaderos. Todo el
conjunto de estas montañas es un potente macizo calizo que hace
función de esponja cuando llueve, acumulando el líquido elemento en
potentes acuíferos que vierten el agua al exterior en forma de
hermosas surgencias, como la del Molino del Santo en la estación de
Benaojan.
Otro aspecto curioso de estos pequeños farallones, son las
caprichosas formas que los agentes atmosféricos han tallado en élla,
entre todas destaca la conocida como “Cara del Tunio”.
Continuamos la ruta hacia los llanos
que antaño fueron cultivados, hasta que nos situamos bajo la loma
que da paso a la cumbre del Palo, la última subida es algo tediosa,
por aquello de no existir trocha alguna y por lo dificultoso del
terreno salpicado de rocas puntiagudas.
Una vez en la cumbre, a 1.400 m. de
altitud, dominamos esplendorosas vistas a la totalidad del parque
natural Sierra de Grazalema, El Palo es la máxima altura del parque
en la zona malagueña; también oteamos parte de la Serranía de Ronda,
la ciudad de Ronda, Sierra Nevada, Campo de Gibraltar y más cercano
todo el Valle del Rio Guadiaro, el pueblo de Jimera de Libar y la
cumbre del Martín Gil de 1.396 m. que cierra por el sur la línea
montañosa de Sierra Blanquilla.
El día que realizamos esta excursión,
tuvimos la enorme suerte de ver un ciervo en la misma cumbre de El
Palo.
Para regresar, podemos descender dirección oeste hacia el refugio de
Libar, lo que no está exento de alguna dificultad al tener que pasar
por zonas rocosas; lo mejor y más fácil es desandar el camino
recorrido.
PLANO DE LA RUTA:
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