Rutas por la Serranía de Ronda

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“La información que aparece sobre esta ruta de senderismo solo pretende dar a conocer la misma.
El texto fue escrito hace ya algún tiempo y puede que no esté actualizado”

“Si desean realizar la ruta es recomendable contrastar la información, utilizar guías técnicas especializadas
y no basarse sólo en esta información”

 
Rutas por la Serranía de Ronda
Título: De Ronda a Quejigales por Lifa
Zona: Sierra de las Nieves
Autor: Andrés Rodríguez
 
- Recorrido: Lineal de unos 16 Km.
 
- Tiempo aproximado: 5 horas.

- Dificultad: Media.

- Época recomendada: Primavera y Otoño, en caso de niebla suspender la travesia, es facil perderse. Recomendable también en días suaves de invierno.

- Consejos: Llevar agua y botas fuertes.

Se trata de un recorrido de cierta dificultad por la distancia y por los terrenos pedregosos que se atraviesan en su tramo medio pero muy interesante por la belleza del paisaje y por que permite llegar de Ronda al corazón del Parque Natural Sierra de Las Nieves y enlazar desde allí con otras rutas propuestas.

Tomamos como Km. 0 la carretera de circunvalación de Ronda en el cruce con la carretera de El Burgo; muy cerca de un hipermercado parte un carril en dirección Este que se dirige hacia la enorme mole de la Sierra Hidalga. Un indicador roto de “El Legado Andalusi” informaba que estamos en la ruta de Los Almoravides. Apenas hemos recorrido 100 m. se pasa un pequeño puente sobre el arroyo de La Toma, bajo el que se encuentra el nacimiento del mismo nombre, poco han de durar las aguas limpias del manantial pues a escasos 50 m. se reciben las aguas residuales del Hospital Comarcal de La Serranía que lo contamina fuertemente. 

El camino comienza un suave ascenso con algunas viviendas en los márgenes, queda a la derecha el Cerro de La Pastora; trás un fuerte repecho pedregoso se abren unos amplios campos de cultivo, los "Llanos de Aguaya", en los que la calidad de la tierra ha hecho que sean los más productivos agricolamente de los alrededores de Ronda, la contrapartida ha sido la perdida de la cubierta arbórea en las grandes extensiones llanas. En estos llanos, dice la leyenda, se libro la batalla de Munda entre Pompeyo y los seguidores de Cesar.

A 3,5 Km. del inicio parte a la izquierda un desvío hacia el Pilar de Coca situado en el magnífico encinar del Coto Cortina, uno de los caminos clásicos en los recorridos con bicicleta de montaña de los ciclistas de la zona.

A 5.3 Km. justo cuando abandonamos los últimos campos de cultivo y comienza la parte más dura de subida se encuentra la primera cancela; los matorrales son cada vez más frecuentes, el camino se torna rudo y si se utiliza coche es recomendable un “todoterreno”. Son abundantes las aves entre las que destacan los abejarucos con importantes colonias en los alrededores y los cernícalos; a veces, en los llanos cultivados ha anidado el aguilucho cenizo.

Tras pasar la verja, a la derecha, encontramos el nacimiento de la Hidalga que abastece a los cortijos de los alrededores y que en tiempos pasados fue uno de los aportes de agua a Ronda. La subida se endurece en su discurrir zigzagueante entre los matorrales de los márgenes del camino, siempre por nuestra derecha vemos la cañada de la Hidalga, por donde un torrente solo lleva aguas cuando las precipitaciones son importantes. Las encinas son escasas y las vistas son magníficas sobre la ladera norte de Sierra Hidalga, donde aún sobreviven algunos pinsapos. La cercanía a Ronda y la presencia del camino de Lifa (en el que estamos) debió ser la causa de la desaparición de lo que una vez fue el pinsapar más cercano a Ronda.

A9,2 Km. del inicio parte a la derecha, según ascendemos, un carril en dirección a la ladera de la Sierra Hidalga. Abandonamos el camino principal que nos llevaría, en caso de seguirlo, hasta el Cortijo de Lifa. Hemos de tomar ese carril que se dirije hacia Sierra Hidalga, casi inmediatamente queda cortado a vehículos por una cadena; continuamos llaneando por él entre rosales silvestres, espinos majoletos y gran variedad de cardos; aunque mucho más raras también se ven algunas peonías. El camino prosigue en dirección Sur quedando a la derecha las hermosas vistas de la Meseta de Ronda y su cerramiento rocoso del oeste, las Sierras de Grazalema y Libar; por la izquierda el camino está flanqueado por una muralla rocosa, "El Filar", recorrida, en todo lo alto por una alambrada.

Aproximadamente a 1 Km. del comienzo del carril que nos aleja del camino de Lifa, la muralla de rocas se suaviza y el camino se aproxima a la alambrada, es el momento de buscar el paso existente. Efectivamente, tras abandonar el carril, un desdibujado camino asciende la ladera y tras localizar una angarilla en la alambrada debemos cruzarla, cuidando, como siempre, de volver a dejarla cerrada. El cerro llamado "Carramolo del Queso", perfectamente distinguible por su redondeada forma, queda a la izquierda, nosotros hemos de dirigir nuestros pasos de nuevo hacia el Sur; la alambrada queda, ahora, a la derecha y a la izquierda el primer pinsapo solitario nos sirve de referencia. Por toda la zona vemos muchos caminos de cabras dibujados entre la infinidad de piedras calizas erosionadas en caprichosas e irregulares formas, buscamos una vereda casi perdida que nos permite ascender hasta un pequeño collado que, en realidad, es una vaguada coronada por dos pequeños arbolitos, recibe el nombre de Puerto Frío; en el ascenso siempre contamos con el pinsapo a la izquierda de nuestro camino, las cumbres de Sierra Hidalga delante a la derecha y la alambrada, inmediatamente a la derecha.

La ausencia de vegetación es debida al intenso pastoreo a que está sometida la zona, no es raro ver entre las grietas de las rocas masas tupidas de pinsapo o de encina que cuando intentan despuntar, son rápidamente taladas sus yemas por los afilados incisivos de ovejas y cabras, los pinsapos van muriendo de viejos y los jóvenes nunca podrán crecer, así, no es difícil adivinar la suerte que les espera. 

El pequeño collado de Puerto Frío apenas se distingue en el horizonte, pero cuidando de buscar los pequeños arbolitos es fácil de localizar, en el puerto existe otra angarilla para pasar la alambrada. Las pequeñas dolinas, los caprichosos torcales y algunas rocas que sobresalen del suelo formando como pequeñas mesas, son el origen del nombre de la zona que estamos atravesando: Las Atalayas. 

Vista desde aquí, hacia el sudoeste, dos cerros presenta Sierra Hidalga; si quisiéramos subirla, entre ellos iniciariamos el ascenso buscando siempre la parte mas alta de la sierra, la llamada popularmente La Peineta, la subida de los últimos repechos es dura pero la visión que se ofrece de Ronda, las montañas de Grazalema y , si el día es claro, gran parte de la provincia de Sevilla y Cádiz, compensa con creces las dificultades. Para descender lo mejor es tomar la referencia del carril que desde el repetidor se dirige hacia el Este, los terrenos que atravesamos cambian de colorido según la época del año y la cubierta vegetal se llena en invierno de lirios azules, y en primavera y verano de plantas llamadas popularmente "cañas".

Tanto si hemos subido como si no buscamos el camino del repetidor que nos dirige hacia el Sureste, las formaciones rocosas de los Tajos de La Golera o de La Gotera quedan a la derecha.

Caminamos hacia un llano donde el pequeño cortijo de Espinarejo nos espera; la visión hacia el Este de la parte superior de las tres cañadas de la Sierra de La Nieve, cubiertas de pinsapos, es magnífica. El cortijo está rodeado de una meseta más o menos llana con campos despejados alternando con otros pedregosos con torcales de ruiniformes formaciones calizas, el más alto y cercano al cortijo se denomina popularmente el Cancho de La Pitarra. (popularmente Pitarra es un rebaño de cabras no superior a cien cabezas).

Los llanos se inundan en épocas de lluvias formando una cuenca endorreica que goza de la máxima medida de protección en el Parque Natural Sierra de Las Nieves. Al lado del cortijo un grifo nos permite degustar unas frías aguas, un cartel con la indicación “Agua potable. Mirar por ella”, nos avisa que no debemos desperdiciarla. 

Desde el cortijo de Espinarejo parten dos carriles, uno, al Este, desciende por la Cañada de la Serrana hacia el cortijo del Sabinal; el otro va en dirección Sur y pasa por las cercanías del pozo-algibe del cortijo, este camino que es el nuestro salva un pequeño collado en el contacto de dos tipos de rocas, es el Puerto de las Ventanas, en un lado vemos una formación rocosa caliza erosionada con caprichosas formas que se denomina el Corralón de Las Vacas, las otras rocas del contacto, más oscuras y fácilmente desmoronables parecen ser margocalizas. 

Superado el puerto, el camino, poco visible, asciende haciendo una pronunciada S por la ladera izquierda; hemos de tener cuidado en no perderlo y evitar meternos en unos terrenos llanos, en otras épocas cultivados donde existe una antigua era de piedras; el carril que vuel a estar bien marcado, asciende por una ladera hasta la parte superior de ella, es la Loma del Tobal; las cañadas de los montes de Ronda cubiertas de pinsapos parecen al alcance de la mano. 

El carril deja a la izquierda un pequeño corralón de piedras y poco a poco se va desdibujando hasta perderse, frente vemos las ruinas del cortijo de Berranga situado cerca del arroyo de El Sabinal que se origina a los pies del cerro La Yedra; podríamos bajar cruzando una alambrada en una angarilla metálica, llegar hasta el cortijo de Berranga y ascender por el torrente hasta el carril que nos llevaría hasta Quejigales pero es muy duro, es conveniente seguir otro camino y para ello hemos de evitar el descenso y dirigirnos hacia la derecha por una vereda bastante monótona entre colinas absolutamente desforestadas, siempre en dirección Sur, buscando la parte más elevada del Cerro La Yedra, el más alto de los alrededores, que presenta ya alguna vegetación como pinos, aulagas y espinos, a la izquierda se puede observar un cortado profundo y la alambrada. El Cerro de la Yedra es un magnífico lugar para observar el paso de aves rapaces; en la parte más elevada del cerro encontramos una angarilla que nos permite pasar la alambrada y descender, entre pinares de repoblación y algún arce hacia el cortijo de Quejigales que queda ya muy cerca. Si descendemos en línea recta llegaremos a una balsa antiincendios y a un camino que a la derecha nos llevará hasta el área Recreativa y el cortijo de Quejigales. Se puede obtener permiso para pernoctar en el Refugio, solicitar información previamente en las oficinas del Parque Natural Sierra de Las Nieves.

 

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Agradecimiento a Pasos Largos

Información cedida por la Asociación de Senderismo de la Serranía de Ronda "Pasos Largos"

www.pasoslargos.com

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