- Recorrido: Circular de unos 17 Km.
- Tiempo aproximado: 6 horas.
- Dificultad: Media a
Alta.
- Época recomendada:
Cualquiera, exceptoen verano que puede resultar pesada
si nos sorprende el calor.
- Consejos: Llevar agua.
Se trata de un recorrido
que presenta cierta dificultad por tener alguna dura
rampa de subida. Es muy interesante ya que permite
recorrer paisajes muy diferentes y de gran belleza. Como
ya es habitual se comtemplan varias posibilidades de
acortar la ruta en diferentes puntos.
Partimos
de antiguo barrio de S. Francisco en Ronda,
tradicionalmente habitado por agricultores y pequeños
propietarios. La calle Torrejones nos permite abandonar
la ciudad y pisar el asfalto de la carretera que se
dirije a Algeciras. Existen construcciones nuevas a la
izquierda y algunas casas más antiguas a la derecha,
entre ellas junto a un pequeño pinsapo, parte el camino
que debemos tomar.
El carril circula, en su
comienzo, entre bien cuidados olivares y tierras de
cultivo. A unos dos kilómetros del inicio de la ruta
existe un pronunciado descenso que ha obligado a
encementar el camino, un hito significativo es que, muy
cerca, a la derecha existe una construcción en piedra de
planta cuadrada que parece una torre, existen varias
construcciones de este tipo alrededor de Ronda y se cree
que formaban parte de un sistema de almacenamiento de
cereales desarrollado en la zona por los repobladores
cristianos de la reconquista. De ahí parten dos
carriles, el de la izquierda lleva hasta el Tajo de El
Abanico, un paraje de singular belleza que será objeto
de otra ruta, y el de la derecha, el nuestro, continua
en descenso hasta llegar al arroyo Sijuela, dos
kilómetros más adelante. Como referencia de que vamos
correctamente, en el descenso abremos pasado por una
ostentosa finca denominada "El Aguila Real".
En los llanos cercanos al arroyo
las tierras de cultivo vuelven a quitar protagonismo al
encinar que se ve reducido en su extensión continuamente.
Desde
el arroyo se inicia una pronunciada subida de algo más de
dos kms. que nos llevará por la zona denominada "Las
Dehesillas" y el cortijo de La Canchuela que queda a la
izquierda hasta un collado que marca un poco marcado camino
entre alambradas. Hasta el fin de la dura subida,llevamos
desde el inicio, algo más de cinco kilómetros de recorrido.
Ya en descenso el camino parece perderse pero junto a un
pozo vuelve a ser visible igual que la Estación de Benaojan
que ya perece cercana.
Siempre bajando, entre tierras
arcillosas cargadas de agua incluso en épocas poco lluviosas
y algunas contrucciones nuevas y otras viejas llegamos a la
carretera de Ronda a la Estación de Benaojan. Estamos a poco
más de siete kilometros y medio del inicio de la ruta.
Por la carretera, a la derecha,
subiríamos a Ronda, pero en la ruta recorremos poco más de
medio kilómetro por la carretera, siempre bajando, cuando
encontramos el puente sobre el río Guadiaro y un cartel que
nos avisa que entramos en el Parque Natural Sierra de
Grazalema. No debemos cruzar el puente, en su inicio
descendemos a un camino que teniendo el río siempre a la
derecha, nos lleva a la Estación de Benaojan. Algunos restos
de antiguos molinos y, si tenemos suerte, el vuelo de la
garza, nos acompañan hasta un puente. Ahora ya si es el
momento de cruzar el río que presenta un aspecto lamentable,
inmediatamente cruzamos la vía del ferrocarril y por la
izquierda buscamos un pequeño puente que nos permite cruzar
el arroyo que se origina en el Nacimiento de Benaojan. La
Estación de Benaojan que ahora atravesamos fue una pequeña
zona industriosa que tenia su base alrededor de tres pilares
fundamentales: La fuerza motriz del agua, de la industria
chacinera y del ferrocarril. Todavia hoy son recordadas "Las
Matuteras" que eran mujeres que hacian estraperlo entre el
Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda y tenian en esta
Estación uno de sus puntos de aprovisionamiento y recogida
fundamentales.
La comparación entre la calidad
de las aguas de este arroyo y las que vimos en el río
Guadiaro es impactante.Tras pasar por un establecimiento
hotelero instalado en el antiguo Molino de El Santo llegamos
junto al nacimiento de Benaojan, una de las más
espectaculares surgencias de agua de la Serranía. Su origen
está en la acumulación de agua que se da en las rocas
calizas que aflora al exterior cuando contacta con
materiales geológicos más impermeables, en este caso, el
Nacimiento recoge las aguas del "polje" de Benaojan y de las
sierras cercanas.
Poco
más de un km de subida, siempre con el arroyo y la carretera
a la derecha, nos deja en Benaojan, situado entre la ladera
de la Sierra de Juan Diego que parece querer desprenderse
sobre las casas y el ya citado "polje" o "llano" en otros
tiempos la única zona de cultivo, pueblo famoso por la
calidad de sus chacinas de cerdo.
A la salida del pueblo en
dirección a Montejaque, a unos doce kms desde que inicamos
la ruta desde Ronda encontramos a la izquierda la carretera
que se dirije hacia la Cueva de la Pileta y los pueblos de
Jimera de Libar y Cortes de la Frontera. Frente, a la
derecha, encontramos un cartel que nos indica la dirección
del "Camino Viejo de Ronda", ese es nuestro camino,
atraviesa parte del "Polje" de Benaojan cubierto en la zona
por construciones diversas e inicia una serpenteante subida
que nos llevará hasta lo alto de la sierra entre olivares y
abruptos paisajes. En lo alto la vista es magnífica, pronto
se inicia un descenso por una estrecha vereda de piedra
hasta la vía del ferrocarril. Es necesario estar atento para
evitar posibles caidas. Atrás, en la parte baja de la
ladera, queda la famosa Cueva del Gato, uno de los Complejos
Espeloeológicos más interesantes de Andalucía.
La estrecha vereda se transforma
junto a la via en un amplio carril, estamos en "La Pasá de
Gibraltar", este carril que atraviesa magníficos campos de
cultivo y tiene siempre la vía y el río a la derecha nos
llevará, cuatro kms más adelante hasta un punto donde se
cruza la vía, siguiendo unos pocos de centenares de metros
se pasa junto a la unión de los ríos Guadalevín y
Guadalcobacin que dan origen al Guadiaro. El ancho carril
desemboca en la carretera junto a un puente sobre el río
Guadalevin. Continuamos la ruta por la carretera en
dirección a Ronda, atrás queda el puente sobre el río, a
poco menos de un kilómetro parte un camino por la derecha
que nos permite abandonar la carretera, este carril pasa por
delante de una una escuela rural y algunas casas hasta
llegar a los pinares de la Dehesa de Ronda, se inicia un
cada vez más pronunciado ascenso, cruzamos algunos carriles,
y teniendo siempre a la derecha el espectacular precipicio
de la Hoya de Los Molinos y el Tajo de Ronda y a la
izquierda la carretera, el camino nos llevará hasta el
barrio de La Dehesa en Ronda, fin de nuestro trayecto.
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